01 septiembre, 2020

EL ANTE

Quién hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas. 2 Samuel 22:34.

El ante es una especie de ciervo, casi extinguida, que vive en las montañas de Europa y Asia Central. Es famoso por su piel, que es sumamente suave, y que hasta no hace mucho se la usaba para lavar autos debido a que no raya la pintura. 
La habilidad del ante para trasladarse en medio de los precipicios en que vive es increíble. Cuando lo hace, la manada parece que vuela. Dan saltos de diez  a doce metros de largo y de tres a cuatro metros de alto. Es de imaginar lo maravilloso que debe ser observar a esos animales de pie seguro, mientras literalmente vuelan a saltos en medio de los riscos y del vértigo de los abismos en que instalan su morada. 
Al llegar la noche, la manada, que puede estar compuesta hasta por unos cien individuos, busca refugio en las montañas, tan alto como le resulta posible. Después, cuando el sol se asoma de nuevo en el oriente, la jefa de la manada, una hembra de experiencia, comienza a conducir a su rebaño de vuelta hacia el valle, hasta llegar al lugar en que empiezan a crecer los árboles.
Cuando surge algún peligro, se siente un agudo silbido e inmediatamente los miembros de la manada clavan en el suelo sus pezuñas delanteras. Entonces la jefa dirige la huida que resulta tan vertiginosa que parece que los antes se evaporan delante de los ojos. En realidad, sin embargo, esa huida es perfectamente ordenada. 
Los antes son un buen ejemplo de la paz y la fortaleza que a menudo ha caracterizado al pueblo de Dios cuando le ha parecido necesario o deseable residir en las montañas. Los valdenses vivían en ellas para protegerse. A menudo se nos ha dicho que en los últimos días el pueblo de Dios "huirá a las montañas" en procura de seguridad. Las promesas del Señor son seguras, y él ha prometido cuidarnos, particularmente en los lugares altos. 

ARAÑAS EBRIAS

El vino es escarnecedor, la sidra alborotadores, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio. Proverbios 20:1. 

No hace mucho una joven científica ganó el primer premio de su colegio mediante ciertos trabajos prácticos que hizo con arañas. Su proyecto consistía en comparar las telas hechas por arañas en estado normal, y las confeccionadas por las que se encontraban bajo la influencia del alcohol. En resumen, quería ver cómo hacían sus telas las arañas ebrias.
Para comenzar, la muchacha reunió una cantidad de arañas domésticas para su experimento, pero tuvo dificultades. Al inyectarles alcohol, todas morían. Debido a ello decidió alimentarlas con moscas a las que previamente se les había inyectado alcohol. Está vez las arañas no muriero, pero tampoco hicieron sus telas. Un poco desanimada, le llevó su problema a la profesora, y se enteró de que estás arañas no son muy aficionadas a hacer telas. Se limitan a tender hilos por aquí y por allá sin ningún plan especial. Se le aconsejo que buscara arañas de jardín, famosas por su habilidad para hacer hermosas telas. 
Más animada, la muchacha prosiguió con su proyecto. Reunió una cantidad de arañas de jardín y las alimentó con moscas a las que previamente había inyectado alcohol. Está vez sus esfuerzos fueron recompensados. Las arañas ebrias comenzon a tejer desordenadamente toda clase de telas extrañas, que en nada se parecían a los diseños intrincados y casi perfectos que eran capaces de desarrollar en condiciones normales.
Todos nosotros estamos construyendo la tela de nuestra vida y necesitamos que nuestras facultades mentales estén tan despiertas como sea posible. De esa manera evitaremos desastres. No puedo menos que maravillarme de los efectos del alcohol, no sólo sobre los institutos de las criaturas inferiones, sino sobre la inteligencia del hombre, criatura superior, que debería estar mejor informado. " Cualquiera que por ellos yerra no es sabio".

GRACIAS POR LAS ESPINAS

Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Génesis 3:18.

¿Quién no ha caminado alguna vez por el bosque sin pisar una espina? ¿O quién no ha tratado de sacar el delicioso fruto de la zarzamora sin pincharse? ¿Quién no ha querido arrancar alguna vez una hermosa flor sólo para clavarse las manos? ¿A cuántos no les ha ocurrido la mala suerte de estrellarse con una planta de cactus y tener que pasar después por la agonía de extraer las espinas?  Tenemos también la ortiga que posee miles y miles de pelitos agudos como agujas, que cubren sus hojas y sus tallos, y que inyectan una sustancia irritante que aunque uno sólo les pase la mano, le producen un intenso dolor. 
Las espinas hieren y no nos gustan nada, pero Benjamín Franklin dijo una vez que "las cosas que hieren, nos instruyen". ¿Qué podemos aprender de esas pequeñas molestias que tan desgraciados nos hacen a veces? Por alguna razón, el fruto de la zarzamora nos resulta más agradable cuando tenemos que pasar por la dificultad de sacarlo nosotros mismos. Las rosas son más hermosas a causa de sus espinas, y las flores de cactus parecen más delicadas y encantadoras cuando se encuentran ubicadas en la cima de su mástil lleno de espinas. Dios sabía que si la vida del hombre fuera demasiado fácil, no la apreciaría tanto.
Otro hecho importante acerca de algunas plantas espinosas es que suelen ser solitarias. A veces esto es bueno para la planta. Sí es del desierto, por ejemplo, podrá necesitar todas las pocas hojas que tiene para producir suficiente alimento a fin de sobrevivir. Si los animales del campo pudieran comer fácilmente sus hojas, como lo hacen con el pasto que crece en el suelo, pronto la plata perdería todas sus hojas y moriría.
Pablo lo dijo de esta manera: "Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza" (Romanos 5: 3, 4).



01 febrero, 2020

UN HOMBRE COMBATE CON UN LEÓN

UN HOMBRE COMBATE CON UN LEÓN 

No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. Zacarías 4:6.

25 octubre, 2019

EL COMETA KOHOUTEK

EL COMETA KOHOUTEK

Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? 2 Pedro 3: 3, 4.

19 octubre, 2019

EL PODER DE LAS OLAS

EL PODER DE LAS OLAS

¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, 
y tu justicia como las ondas del mar. Isaías 48:18

03 diciembre, 2014

EL PÁJARO CAMPANA

EL PÁJARO CAMPANA

Si yo hablase lenguas humanas y angelicales, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 1 Corintios 13: 1.